Lobo negro, lobo de retorcidos pensamientos
rompiendo los sueños, quitándoles el color...
lobo que aullaba espantando a las estrellas,
burlándose del amor...
lobo negro maldito que bebía la sangre derramada
disfrutando la destrucción...
lobo oscuro que una noche se transformó en poema
para robarle a la luna su resplandor...
En otro tiempo hubiese tomado la daga
y la hubiese hundido en tu pecho...
En otro tiempo mis ojos de oscuridad habrían brillado
fascinados al ver tu sangre corriendo...
Si, habría disfrutado del goce de tu angustia,
de tu dolor, de tu tormento...
Habría admirado la palidez llegar a tu rostro
llevándose la vida, quitándote el aliento...
En otro tiempo disfrutaría de tus lágrimas,
habría esperado tu muerte quieto... sonriendo...
Hubiese armado una fiesta al tomar tu inocencia
y destrozar tu sonrisa...
Hubiese esperado impaciente el momento
de ver tu alma perderse como la mía...
Hubiese besado tus labios inertes
con mi aliento de hielo congelando tu risa...
¿y después?
Te habría mirado caer al abismo del miedo eterno
sin detener tu caída.
Te hubiese dado la espalda, ya no tendrías consuelo,
no habrían versos ni sueños de alegría...
solo el dolor eterno de tu alma desgarrándose
por siempre, en la soledad infinita.
Hoy que cambié mi destino limpiando mi oscuridad...
Hoy que la vida abrió mi pecho enseñándome a llorar...
Hoy que comprendí los sueños, que aprendí a amar
No puedo reír con tu muerte, no puedo festejar.
Hoy que el arrepentimiento me dio una nueva oportunidad
suplico devolverte la vida y regresar a mi oscuridad.
Llevaré tu sangre por siempre
como un castigo que no me podré perdonar...
Lobo negro del silencio que con un verso de amor
quiso dar luz a su destino
me alejo llorando en la noche sin luceros
con el fracaso marcando para siempre mi camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario